• Lorena Arriaga pide que el PRI continué con el legado de su esposo y rescatar sus ideales revolucionarios por el bien de los mexicanos
Gabriela Godínez García
Por última vez los restos mortales de quien logró que el partido Revolucionario Institucional (PRI) volviera al poder en Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz estuvieron en las instalaciones de Calzada del Campesino, sede del partido tricolor en el Estado, en donde le rindieron guardias de honor y pidieron justicia para que el asesinato del ex mandatario no quede impune; asimismo exigieron al Gobernador Enrique Alfaro Ramírez que actúe por que se encuentran indignados por lo que pasa en el Estado.
El presidente del PRI Estatal, Ramiro Hernández García señaló que desean que crímenes como el acontecido al ex gobernador no se sigan repitiendo, que no haya más dolor, además de exigir justicia para Jorge Aristóteles, justicia para las familias que desesperadamente buscan a sus desaparecidos, de quienes son víctimas de un delito, ya que la inseguridad es el problema más grande que tenemos y nos vemos expuestos, que demuestran que las cosas no están bien, razón por la cual invita a cerrar filas y hacer un trabajo en unidad.
Agregó que “nos duele la muerte de nuestro compañero y amigo, nos duele el dolor de los priistas, nos duele el dolor de sus amigos, nos duele mucho el dolor de su familia, hoy realmente sentimos todos la misma pena, la pena que nos causa la pérdida de un militante, de un joven que llegó al partido a las instalaciones a las que hoy regresa, pero no regresa como nosotros lo queríamos”.
Añadió que fue un militante activo, que inició pegando propaganda, que se esforzó por llegar muy alto, quien también se esforzó desde muy joven siendo dirigente, un líder que tenía muy claro lo que quería y buscaba conseguir los resultados que se proponía, siempre trabajando, “un líder que fue capaz de rescatar para el PRI, Guadalajara y Jalisco, después de 15 y 18 años de haberlos perdido, ese fue Jorge Aristóteles del que nos sentimos honrados y muy tristes por su partida, es indudable que donde paso dejo huella, una huella profunda la dejo en Guadalajara y la dejo en Jalisco”.
Hernández García, agregó que los priistas tienen una gran pena, porque perdieron a un gran líder, carismático, un excelente orador, comprometido con los demás, un hombre que trabajaba por el bien de todos, un gran compañero, “hoy les decimos a todos, adentro y afuera del partido, que si lo sentimos mucho, les decimos que compartimos la pena de muchos compañeros, amigos y familiares, si verdaderamente es nuestra pena, la sentimos y la compartimos, pena por el dolor que nos causa este crimen, pena por lo que pasa con la seguridad, la violencia que se repite cada vez más en Jalisco y en México, pena por tener gobiernos que han doblado las manos y se han sometido al poder de la delincuencia, pena porque pareciera que sólo se aplica la ley a los más débiles y no a los poderosos y a los delincuentes, que con impunidad entran y salen de la cárcel”.
Por su parte su esposa Lorena Arriaga, agradeció las muestras de cariño y pidió que el PRI continué con el legado de Sandoval Díaz, pidiendo justicia para Jorge y transformando el partido para que se permita terminar de tajo con las condiciones de violencia en México, además solicitó que no se honre al primer priista del Estado, sino a un priista más, un priista que lucho por convertir al PRI en un instituto horizontal, que rescatará los ideales revolucionarios de justicia social y los llevará a la realidad con unidad, haciendo del PRI el partido que necesita México.
Recordó que Jorge siempre fue un hombre distinto y que construyó desde la adversidad, marcó la diferencia como oposición y logró regresar al partido al Gobierno del Estado y al gobierno municipal; “Jorge sabía que el orgullo de ser priista se encontraba en la capacidad de las bases del partido, de hacer frente a la adversidad, estaba en la resiliencia que siempre ha demostrado quienes soportan al partido en las colonias, en los tianguis, los sindicatos y en el campo, creía en la inmensidad de atender el llamado del partido de salir a la lucha por el país, también creía que en los últimos años se había perdido la ruta, sin embargo más que decepcionarse y salir del partido para buscar sus intereses personales, doblo la apuesta por el PRI, para reconstruir a su instituto político”.
Añadió que estaba convencido de que para cambiar al PRI se debía de atender su llamado fundacional, construir un país para todos empezando por las clases populares, sin desatender a nadie.