El PAN y el oculto grupo que lo controla

Arista Polítika
Nov 19, 2020 Reportajes 0 Comentarios

Por Juana María Ramírez.-

La evolución (o involución juzgue usted y elija) que ha sufrido el Partido Acción Nacional a lo largo de los años, con ejercicio de poder incluido, tanto a nivel estatal como federal, ha dejado, cuando menos en Jalisco, un raro acomodo en el que a final, como casi siempre ocurre en estos casos, quienes lo sostienen a base de ideales y trabajo ni forman parte del festín electoral y del ejercicio de gobierno, los protagonistas son otros, y en los últimos años es un solo grupo el que ha dominado y prevalecido en la toma decisiones para los destinos del partido en Jalisco.

Se trata de la mesa del Estatal o el Comité como generalmente se le llama fuera de los círculos internos de los grupos que lo conforman y que en la actualidad mantienen más del 90 por ciento del control del partido, ya que puede decirse que la totalidad de alcaldes, la mayoría de los diputados y personas que toman decisiones del partido pertenecen a este grupo.

Algo de historia
Pasado el reinado del grupo cuyas cabezas sobresalieron y tomaron la dirigencia como Herbert Taylor Artur, Emilio González Márquez y Antonio Gloria Morales, llega a encabezar el panismo jalisciense Eduardo Rosales Castellanos, hombre al que se le atribuyen una serie de lindezas para el logro de sus objetivos y de su grupo, de gran inteligencia logró hacerse del grupo que hoy domina Acción nacional, conjuntar la fuerza suficiente para echar a un lado al que incipientemente encabezaba el entonces Gobernador Emilio González Márquez y sobre el de Francisco Ramírez Acuña quienes no lograron sostener su fuerza dentro del partido siendo, junto con el primer Gobernador panista en Jalisco Alberto Cárdenas Jiménez relegados a simple figura de ornato dentro de la actividad política panista actual.

Esto, pese a haber formado parte del grupo que entonces encabeza el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña, pues junto con otros panistas, como Jorge Salinas Osornio y José María Martínez Martínez, dieron su trabajo y apoyo para llevarlo a la gubernatura; Rosales Castellanos logró hacer y deshacer cuanto quiso dentro del PAN, entiéndase la designación de candidaturas, comités municipales y las designaciones importantes dentro del partido, tiempos de gloria, en los que el PAN estaba en el poder, y pese a estar en constante enfrentamiento con Emilio González Márquez, logró finalmente echar fuera al grupo de este, y afincarse hasta lo que hoy se conforma como el Comité, o el Estatal.

Si bien Emilio González Márquez, logró que Rosales Castellanos, a fuerza de plantones, manifestaciones y acusaciones por haber perdido las elecciones y de haber operado a favor del PRI para que perdieran la alcaldía de Guadalajara, lo que resultó al final de cuentas fue que se ejerciera una especie de poder detrás del trono. Los beneficiados por Rosales ya habían probado el poder y todo lo que se compra con este por lo que no lo iban a dejar, así como así, y desde su “exilio” particular comenzó a mover los hilos para acomodar las cosas logrando perpetuar esta línea hasta lo que hoy es actualmente el PAN.

Aunque Rosales había salido del partido la capacidad de seguir moviendo los hilos fue la misma, incluso más cómoda al hacerlo desde la sombra de un supuesto retiro de la actividad política, pues quien hereda el puesto, es uno de su grupo: Hernán Cortes Berumen quien junto con su hermano Isaías Cortés, ya tenían tiempo fortaleciendo su poder en San Pedro Tlaquepaque, ya había sido alcalde de ese municipio lo que le permitió hacerlo; aunque tampoco fue fácil pues ya con Hernán en la cabeza del partido este trabajó para extender su fuerza dentro de la zona metropolitana, conformando de esta forma uno de los grupos más fuertes dentro del Estatal, esto a pesar de que aun prevalecía la influencia de Rosales dentro del partido, lo que le permitía seguir tomando decisiones.

Mitosis
Es ahí donde comienzan las subdivisiones del Estatal, pues el contrapeso con el que entonces contaba Rosales era Miguel Ángel Monraz Ibarra con una considerable influencia en Zona Metropolitana de Guadalajara, como sucede en estos casos al llegar a la presidencia estatal del PAN también fortaleció posiciones que hoy le permiten también establecer sus propias reglas y peleas, aunado a este quien fortaleció su propio grupo fue José Antonio de la Torre; Pepe Toño logró encontrar a las personas clave para obtener su apoyo y fortalecerse en Zapopan, donde ha logrado acomodarse y obtener sus objetivos, por lo menos al interior de su instituto político.

Por la presidencia del PAN también pasó el ahora emeceista Iván Eduardo Arguelles Sánchez en calidad de interino, quien al parecer no logró hacerse de un capital político que le sirviera de algo dentro del PAN y decidió irse hacia rumbos más naranjas; posteriormente llegó también con la venia del comité el diputado Gustavo Macías Zambrano, quien hasta el momento mantiene un cierto grado de influencia.

Aquí cabe señalar a un personaje que, si bien ha decidido operar desde puestos menores y pocos visibles, pero al que se le considera el sucesor de Eduardo Rosales, pues es quien tiene la última palabra y ha sabido manejar diestramente los hilos de cada uno de los grupos que se han ido conformado a lo largo de los años, se trata de Octavio Esqueda Ávalos.

Lo cierto es que la mayoría de los protagonistas y participantes de este reparto partidista son emanados del grupo que en una ocasión encabezó el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña, el cual en algún momento se le escapó de las manos, fue traicionado por quienes en su momento lo apoyaron y finalmente solo utilizado como elemento decorativo de los actos panistas a donde atina asistir.

La presidenta actual
En el 2018, Pilar Pérez Chavira llegó a la presidencia del PAN, por supuesto con el apoyo del grupo del Comité, quienes dieron su aval pensando en que podría ser alguien a quien podrían manipular con facilidad, cosa que antes han logrado, pero la panista tenía sus propios planes para el fortalecimiento del partido, su discurso en el que destacaba su preocupación por fortalecer al partido y sacarlo del ominoso hoyo en el que lo metieron los panistas que se preocuparon por enriquecerse (bueno no lo decía así pero eso se entendía), sonaba bastante serio, sin embargo su trabajo hasta hoy ha sido más bien de tibio a mediocre, sin embargo hay quienes dicen que los que la pusieron y a quienes traiciono no la han dejado trabajar, dejándola incluso sin presupuesto mediante demandas irresolubles, le han dejado muy poco campo de acción.

Su oposición a cualquier tipo de alianzas, parece ser que es uno de los principales obstáculos que ve el Estatal para trabajar con ella, pues quienes mueven los hilos del partido han sabido, a lo largo de los años lograr negociaciones efectivas para ellos, aunque esto no repercuta en beneficio de su propio partido; con la elección candidaturas a modo, donde se vea el negocio, donde la ganancia económica sea una posibilidad algo en lo que al parecer la actual presidenta no se ha mostrado muy de acuerdo.

¿Quién demonios es Octavio Esqueda?
Pocos los conocen, y así está bien porque les da la oportunidad de negociar y sentarse con quien sea necesario para el logro de objetivos, un fantasma, un operador escondido dentro del PAN. Durante mucho tiempo el operador de Mario Rosales, y que al parecer ya está más independiente de este al momento de tomar decisiones. Lo cierto es que en el PAN nada se hace y sobre todo se reparte sin su aprobación.

Al “Gordo Esqueda” como le conocen sus amigos, es fácil (o era fácil antes de la pandemia) encontrársele compartiendo en restaurantes caros, tanto con panistas como miembros de otros partidos, su casi invisibilidad dentro del partido (muy pocos panistas lo identifican) le da esa posibilidad, eso y los espacios que maneja en puestos estratégicos de gobierno que le permiten darse buena vida.

Bonachón, agradable de trato que con sus graciosos comentarios se gana a sus interlocutores con facilidad; labia que le ha servido lograr grandes tratos, que, si bien estos no representan un beneficio político para el partido, sí resultan redituables en lo económico.

Sus detractores no solo lo acusan de traicionar los ideales políticos de Acción Nacional, sino de venderlo al mejor postor a base de negociar candidaturas a modo a cambio de nómina, lo cierto es que muchas de las decisiones giran en torno a él.

Su gran habilidad consiste el saberse manejar entre más de dos aguas, capaz de representar los intereses de los hermanos Cortés, de Monraz y Gustavo Macías, del grupo Zapopan y en general de los diversos grupos de poder dentro del partido al momento de sentarse a negociar con otros partidos para el acomodo más ideal de los candidatos, esos que no representen mucha pelea al partido que ostente en ese momento la ansiada nómina.

Personaje cercano al ex panista y hoy dirigente del Partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Rodríguez a quien en su momento representó sus intereses, le ha dado la facilidad para lograr excelentes tratos con los naranjas, con los que se sabe, ya están planchando la muy posible alianza que habrá de darse en los actuales procesos electorales.

Los que se quedaron en el camino
José María Martínez, conocido como Chema Martínez, polémico personaje logró acumular una porción de poder estatal importante gracias a esa habilidad de manipulación engarzada con un gran carisma y ambición.

Su gran oportunidad se dio cuando logró ser diputado a una edad muy joven, conjuntando de esta forma la atención de importantes grupos del panismo, su habilidad para el manejo político, lo llevó a operar cierta dosis de poder, llevando su influencia al Poder Judicial, donde se dio vuelo en la colocación de magistrados y jueces que en su momento lo colocaron en una posición importante dentro del partido.

Al solidificarse el poder de Eduardo Rosales y Octavio Esqueda dentro del comité estatal, en un momento las ambiciones los enfrentaron y al final Chema fue poco a poco relegado del pastel, su ámbito de influencia disminuyó al grado de que en las pasadas elecciones se declaró morenista, o más bien Lópezobradorista. Pese a ello, aún quedan resquicios de ese poder y una muestra de ello es que logró una negociación con el Estatal para hacer que su Hermana Fabiola Martínez se hiciera de la dirigencia del PAN municipal.

Los exGobernadores
Jalisco tuvo tres gobernadores panistas, Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez, quienes, si bien lograron hacerse de cierta influencia dentro del partido, -sobre todo estos dos últimos- y que incluso lograron dominar por un rato la escena blanquiazul, sin embargo, les duró muy poco el gusto, pues, aunque lo intentaron, al no estar ya en condiciones de ofrecer nada con ganancias (puestos), su capacidad de influencia se apagó hasta tornarse nula. La lógica panista, al parecer fue que ellos ya habían tenido lo suyo, logrado lo que habían querido y que tendrían que darle paso a los que quedaban. Al dejar el poder gubernamental se quedaron con nada para ejercerlo centro del partido.

Con el paso de los años siguen intentando ejercer ese poder, a través de los pocos incondicionales que les quedan, pero solo queda en eso, el grupo dominante dentro del PAN, simplemente los ha dejado fuera.

¿Los que faltan?

Si bien en la lista puede parecer que faltan algunos personajes decidimos no incluirlos porque si bien en algún momento representaron algo dentro de esta estructura de poder, con el tiempo se fueron desmejorando o tuvieron que acatarse a las formas de administrar el partido de esos fantasmas que solo se mencionan, pero no son visibles. O que, aunque traen ganas de hacer algo, no representan una fuerza real dentro del partido, pero ya hablaremos de ellos después.

Chema MartínezCongresoEduardo RosalesGordo EsquedaHernán Cortes BerumenOctavio Esqueda ÁvalosPAN JaliscoPepe Toño
Arista Polítika